Hace algunos años, el destino nos guió a un espacio que, en su momento, distaba mucho de lo que es hoy. Originariamente utilizado para la cría de ganado, este lugar era un vasto terreno casi desprovisto de árboles. Sin embargo, bajo la apariencia de una tierra dedicada al pastoreo, yacía el corazón de algo mucho más grandioso, un pedacito de Bosque de Niebla.